Doña Mª Coronel |
María Fernandez Coronel era una joven bella Sevillana, que debido a su educación y su matrimonio con D. Juan de la Cerda, rechazó en numerosas ocasiones las múltiples proposiciones deshonestas del rey. Su orgullo y la sed de venganza, le empuja a urdir una trama, en la que ejecuta primero al padre de la bella muchacha y más tarde a su marido, con el pretexto de la traición. No contento con ello, embarga sus bienes y posesiones.
La pena que embarga a la joven y el acoso al que es sometida por el soberano, llevan Doña María a retirarse a la ermita de San Blas -fundada por sus antepasados-. Más tarde decide ingresar como monja en el convento de Santa Clara, pensando en que allí estará alejada por siempre del temible regente, que por esos tiempos contaba entre sus amantes a la hermana de Doña Mª, Doña Aldonza.
Rey Don Pedro I |
El rey, que como hemos dicho era u tipo obstinado, siguió tramando planes para asediar a Doña María Coronel, hasta que un día dio con la desgraciada mujer y consiguió plantarse ante ella. La dama viéndose acorralada y armándose de fuerza y valor, quiso acabar con todo aquello y se derramó aceite hirviendo, que cayó sobre su bello rostro y parte de su cuerpo, desfigurando así su belleza, objeto del despiadado Don Pedro.
Cuerpo incorrupto de Doña María |
Pasado un tiempo de esta heroica hazaña, muerto el rey Don Pedro y entronizado el sevillano rey Enrique II (de Trastamara), Doña María, recupero casi todas sus posesiones.
Con ellas fundó el convento de Santa Inés, en el que hoy descansa su cuerpo incorrupto. Convento levantado en el solar en el que se ubicaba la casa de su padre, demolida por el rey Don Pedro.
Tal día como hoy, falleció el año 1411, hace 599 años.
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