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Entradas populares de este blog

El Cachorro del cementerio

Panteón de Aníbal González  Existe otra la leyenda, de las que gustan tanto en Sevilla, que nuevamente tiene que ver con el Cristo de “El Cachorro”. El 26 Febrero de 1973, un infeliz incendio en la capilla de la hermandad trianera, acaba con la imagen de Ntra. Sra. del Patrocinio reducida a cenizas y la imagen del Cristo de la Expiración quemada por los pies y piernas. De no ser por D. Rafael Blanco Guillén (el salvador del Cachorro) , que con todo el valor del mundo, entró en la capilla del Patrocinio en llamas, el Cachorro se hubiera visto destruido por las llamas. Gracias a Dios, no fue así y la imagen se pudo salvar, aunque los hermanos Cruz Solís tuvieron que restaurarla, ya que los pies y piernas del Señor se vieron afectados por el fuego.

El épico episodio de la Toma de Sevilla

  Después de la entrega de la ciudad de Jaén por parte del rey de Granada, el Rey Fernando III, más tarde el Santo, decide tomar Sevilla. El rey, que era un gran estratega, pensó que el cerco a la ciudad no sería completo, a menos que se produjera tanto desde tierra como desde el Guadalquivir, dándole gran importancia a la empresa naval, para completar el cerco desde el río.  

Sevilla y la Concepción Inmaculada de María (yII): Historia y curiosidades

  Don Marcelo de Sevilla -como llamaban al cardenal arzobispo de Sevilla, monseñor Marcelo Spínola- al tomar posesión de su cargo en 1896, publicó en el boletín eclesiástico, una carta pastoral dirigida a su archidiócesis en la que recordaba: "Nadie que esté medianamente versado en el dogma católico ignora que el primer grito que se oyó en la iglesia para pedir la definición dogmática del Misterio de la Concepción Purísima de María, salió de España y partió de Sevilla".    Existen datos mucho más antiguos sobre el misterio que hoy celebramos, pero fue allá a principios del siglo XVII, cuando se originó una "batalla", entre los valedores de la idea de que la Virgen María fue concebida sin pecado original y los escépticos a esa idea, que defendían que María fue "limpia" tras su concepción, como mantenían los dominicos, que aunque celebraban la fiesta, hablaban de "sanctificatio", no de "conceptio".