
Día en el que se abrieron las puertas de la modernidad, en el regazo de la Sevilla más clásica, demostrando al resto del mundo lo que el pueblo de Sevilla es capaz de realizar, reinventándose y volviéndose a convertir -durante seis meses- en el epicentro y referente mundial.
A pesar de los grandes y numerosos problemas surgidos como la premura, falta de financicación, incluso, superando el incendio de un pabellón días antes de la inauguración de la muestra, la isla de la Cartuja se vio convertida en la ventana en la que se se dieron cita las culturas mas diversas, las tecnologías más modernas y desconocidas, la arquitectura más vanguardista. Fue capaz de atraer a más de 20 millones de personas, que visitaron nuestra ciudad para disfutar de lo mejor de 112 paises... y de Sevilla.

Y todo ello era patrimonio de nuestra ciudad....
Y ahora todo eso parece un sueño.
Fue muy difícil coger el testigo.
Un legado muy costoso y sin una clara planificación de continuidad.
Nos quedamos con la suerte de haber podido vivir ese sueño, con haber podido disfrutar la mejor exposición universal con esa ilusión que se nos desbordaba a los sevillanos cuando pisábamos los terrenos de la Isla de la Cartuja.
Feliz 20º aniversario a todas aquellas personas que lucharon por hacer posible ese sueño.
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