jueves, 2 de diciembre de 2010

Leyenda de Doña María Coronel y Pedro I, "el cruel"

Doña Mª Coronel
  De todos es sabido de dónde viene el apodo de "el cruel" con que fue "bautizado" en su época el Rey Don Pedro I. Parece ser que además de cruel, era un tipo terco, antojadizo, caprichoso y sin escrúpulos.
 María Fernandez Coronel era una joven bella Sevillana, que debido a su educación y su matrimonio con D. Juan de la Cerda, rechazó en numerosas ocasiones las múltiples   proposiciones deshonestas del rey. Su orgullo y la sed de venganza,  le empuja a urdir una trama, en la que ejecuta primero al padre de la bella muchacha y más tarde a su marido, con el pretexto de la traición. No contento con ello, embarga sus bienes y posesiones.

 La pena que embarga a la joven y el acoso al que es sometida por el soberano, llevan Doña María a retirarse a la ermita de San Blas -fundada por sus antepasados-. Más tarde decide ingresar como monja en el convento de Santa Clara, pensando en que allí estará alejada por siempre del temible regente, que por esos tiempos contaba entre sus amantes a la hermana de Doña Mª, Doña Aldonza.

Rey Don Pedro I
  Pero ni de esa forma ceja el rey en su empeño y lejos de respetar su retiro, manda entrar en el convento para buscarla, pero no pudieron encontrarla, ya que, tuvo la idea de esconderse en una zanja existente en el convento y posteriormente fuera cubierta con tierra. Pensaba que sería descubierta por los vasallos del monarca, por la falta de hierba del trozo de tierra en el que se ocultó, pero parece que esa tierra de diferente color, se llenó de hierba milagrosamente y no fue hallada. Pero no acaba aquí la historia.
 El rey, que como hemos dicho era u tipo obstinado, siguió tramando planes para asediar a Doña María Coronel, hasta que un día dio con la desgraciada mujer y consiguió plantarse ante ella. La dama viéndose acorralada y armándose de fuerza y valor, quiso acabar con todo aquello y se derramó aceite hirviendo, que cayó sobre su bello rostro y parte de su cuerpo, desfigurando así su belleza, objeto del despiadado Don Pedro.
Cuerpo incorrupto de Doña María
  El dolor y el sufrimiento que el aceite produjo sobre Doña María, eliminó de raiz el deseo lascivo del regente, que desde entonces la dejó en paz.
Pasado un tiempo de esta heroica hazaña, muerto el rey Don Pedro y entronizado el sevillano rey Enrique II (de Trastamara), Doña María, recupero casi todas sus posesiones.
Con ellas fundó el convento de Santa Inés, en el que hoy descansa su cuerpo incorrupto. Convento levantado en el solar en el que se ubicaba la casa de su padre, demolida por el rey Don Pedro.

Tal día como hoy, falleció el año 1411, hace 599 años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

El épico episodio de la Toma de Sevilla

  Después de la entrega de la ciudad de Jaén por parte del rey de Granada, el Rey Fernando III, más tarde el Santo, decide tomar Sevilla. El...