Queda la noche más sevillana por el agua muy enturbiada de la Macarena a Triana miles de lágrimas derramadas por no ver sus Esperanzas por sus calles paseadas. Ni al Silencio ni al Calvario ni tampoco a los Gitanos ni al Dios más sevillano, que con paso racheado va de su cruz tirando. Llora Sevilla empapada por inoportuno temporal con fervor y ESPERANZA anhela su madrugá. José Miguel Mancera de Miguel 22 de Abril de 2011
Historia, leyendas, tradiciones y curiosidades Sevillanas